Junto a la endoscopia, otras pruebas útiles para diagnosticar las úlceras son las radiografías con contraste -aunque la sensibilidad de las exploraciones radiológicas es muy inferior a la de la endoscopia-, la prueba del aliento, que analiza la actividad metabólica del paciente y detecta los metabolitos relacionados con una úlcera duodenal o estomacal, la analítica de sangre y la detección en las heces de los antígenos de la bacteria H. pylori.,

‘Helicobacter pylori’: el enemigo

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La erradicación de esta bacteria es fundamental para prevenir el desarrollo de cáncer de estómago, puesto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha identificado como un agente carcinógeno. El tratamiento estándar para eliminar su infección consiste en una combinación de dos antibióticos junto a un protector gástrico (inhibidor de la bomba de protones). La combinación más habitual es la que está formada por los antibióticos amoxicilina y claritromicina y el omeprazol., Su erradicación precisa que se tomen dos veces al día durante una semana o diez días, según la pauta médica.

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Ahora bien, cuando este tratamiento línea no funciona es posible administrar otras combinaciones de antibióticos. De manera que después de tres ciclos de tratamiento, el 99% de los pacientes portadores de la infección por esta bacteria se curan.

Un caso diferente es el de las úlceras de estómago inducidas por el consumo de AINES., En este supuesto el tratamiento convencional se basa en la toma de un inhibidor de la bomba de protones dos veces al día entre cuatro y ocho semanas, el tiempo necesario para que cicatricen las úlceras. En este proceso de cicatrización, con independencia de si la úlcera es duodenal o gástrica, el tabaco y el alcohol retrasan el proceso de curación.

Después del tratamiento

Siempre que el agente causal de la úlcera sea el H. pylori, es posible que, tras el tratamiento, se detecte de nuevo la presencia de la bacteria., No se trata de una nueva infección, sino de la persistencia de la infección que no se ha detectado bien nada más finalizar la terapia. Por esta razón, una vez concluida, es importante que las pruebas se repitan entre tres y cuatro semanas después para comprobar si el «H. pylori” se ha eliminado-.

Cuanto más potente
es un antiinflamatorio,
mayor es su capacidad
de dañar la mucosa
gastroduodenal

En las úlceras gástricas, una vez concluido el tratamiento, hay que asegurarse de que se ha cicatrizado por completo., Para ello se repetirá la endoscopia y la toma de muestras de biopsias del margen de la úlcera. El objetivo es confirmar que no se esconda ningún tumor. Es una exploración nada dolorosa que permite analizar con el microscopio las muestras de tejido con el fin de descartar el desarrollo de un cáncer de estómago.

El futuro

Las úlceras de estómago son infecciones muy frecuente en todo el mundo y la causa de una gran morbilidad (desarrollo de enfermedades)., Ante esta situación, se investigan estrategias de vacunación no sólo para evitar contraer la infección por esta bacteria, sino para combatirla en quienes ya la padezcan mediante la inducción de una respuesta inmunológica efectiva.

Otra línea de investigación activa es la búsqueda de AINES que no sean tan lesivos para el estómago, ya que las alternativas actuales, como los inhibidores de la ciclooxigenasa 2 (coxib), no han funcionado tan bien como era de esperar e, incluso, algunos de ellos se han relacionado con efectos adversos cardiovasculares.,

Ante los primeros síntomas o sospechas:

Acudir al médico. No hay que conformarse con «una úlcera para toda la vida”, ya que se puede tratar y eliminar su agente causal, Helicobacter pylori.

El tratamiento de las úlceras no obliga a seguir una dieta especial. Las únicas restricciones dietéticas que requieren son las del sentido común, o sufrir otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial.,

Si una persona tiene úlcera o se le ha prescrito un tratamiento para ella, éste es un buen momento para dejar de fumar o reducir el consumo de tabaco, ya que este hábito nocivo retrasa la cicatrización. Los antiinflamatorios para las úlceras se deben tomar de acuerdo con las necesidades clínicas y en ningún caso por indicación propia ni en dosis superiores a las recomendadas. No hay que automedicarse. Es obligatorio cumplir con la medicación prescrita, ya que no hacerlo es una de las principales causas del fracaso del tratamiento para eliminar el Helicobacter pylori.,

Fuente: Ignasi Elizalde, consultor del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic, de Barcelona

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