¿cómo funcionan juntos los materiales de un sueño?
Freud (1900) se dio cuenta de que el contenido de los sueños se deriva de la vida real, pero no es idéntico; por lo tanto, sugirió que debe existir alguna transformación y conexión entre estos materiales. Sostuvo que estas conexiones no son aleatorias, sino más bien limitadas por los deseos inconscientes de uno, de tal manera que «un sueño es el cumplimiento de un deseo» (p. 122)., También encontró que los sueños » desagradables «parecen estar más extendidos que los sueños» agradables » (p. 134), de ahí su hipótesis de que los sueños pueden disfrazar su verdadero propósito (es decir, cumplir deseos indirectamente). Por lo tanto, Freud identificó dos tipos de sueños: el sueño manifiesto y el sueño latente. Afirmó que el sueño latente es el sueño real, y el objetivo de la interpretación del sueño es revelarlo.
para profundizar en esta idea, Freud propuso cuatro mecanismos por los cuales el sueño latente puede ser oscurecido. La condensación se refiere a la reducción y simplificación de los ricos contenidos del sueño latente., El desplazamiento se refiere a un proceso que sustituye varios aspectos (por ejemplo, constituyentes, intensidad, significado y propiedades) del sueño manifiesto y latente para hacerlos diferentes. Los símbolos indican que el sueño latente se expresa mediante signos relevantes. La revisión secundaria implica hacer que los materiales de sueño desordenados e incoherentes estén mejor organizados y sean más razonables. Este mecanismo hace que un sueño parezca significativo, pero el sueño presentado es de hecho bastante diferente de su implicación real (Freud, 1900).,
la teoría de la autoorganización del sueño no coincide con este punto de vista; en cambio, ofrece una perspectiva diferente sobre el trabajo onírico de Freud. Según esta teoría, la naturaleza de la condensación es la fragmentación de las memorias durante la consolidación, ya que este proceso debe extraer información importante para su posterior procesamiento. El desplazamiento, desde esta perspectiva, depende del débil control del cerebro dormido y del alto grado de libertad en los elementos del sueño., En este estado, el cerebro desarrolla nuevas conexiones entre diferentes elementos; luego, el mecanismo de autoorganización combina varios elementos para construir una «historia» relativamente concordante, considerada revisión secundaria según la teoría de Freud. No existen símbolos análogos en el contenido de los sueños porque los elementos presentados en ellos son meramente fragmentos de memoria y otros componentes del procesamiento de la información (ver Zhang, 2016). Algunos investigadores también han señalado que los símbolos de los sueños son demasiado inverosímiles (ver Freud, 1916)., En otras palabras, los sueños no son enigmas a traducir (Hartmann, 2010a), y «el sueño manifiesto es el sueño real» (Jiménez, 2012); por lo tanto, el trabajo onírico de Freud no existe según este punto de vista.
sin embargo, esta posición no significa que el mecanismo de autoorganización no proporcione apoyo para la interpretación de los sueños. Según la teoría de la autoorganización, el control del cerebro dormido de las actividades físicas y mentales es más débil que en el cerebro despierto(Kahn et al., 2000, 2002)., Por lo tanto, los elementos del sueño se caracterizan por más libertad que el contenido mental cuando un individuo está despierto, lo que hace posible la hiperasociatividad entre estos componentes (Hartmann, 2010b; Horton y Malinowski, 2015). Es por eso que los sueños pueden presentar escenas extrañas y «milagros» que no pueden suceder en la vida real (Zhang, 2016). Sin embargo, este «estado desordenado» no es ilimitado; de lo contrario, podría afectar la función cerebral., Por lo tanto, el mecanismo de autoorganización es necesario: proporciona un estado relativamente estable para el cerebro soñador, ya que puede ofrecer una forma en la que el sistema puede dar lugar a un comportamiento ordenado, estructura o patrón de desorden (Haken, 1977; Prigogine y Stengers, 1984; Fingelkurts et al., 2013). Los parámetros de orden o las variables colectivas son cruciales durante este proceso.
el estado de un sistema generalmente se determina en base a muchas variables que describen sus diferentes aspectos., Bajo ciertas condiciones, las interacciones entre diferentes componentes harán que el sistema alcance un estado crítico en el que la mayoría de estas variables desaparezcan rápidamente. Para decirlo de otra manera, pocas variables sobreviven, pero las que sí reflejan el estado de este sistema. Estas variables (es decir, parámetros de orden o variables colectivas) también sirven como una mano invisible que controla el funcionamiento y la evolución del sistema, lo que conduce a la aparición de un nuevo patrón o comportamiento ordenado., Por lo tanto, la formación de parámetros de orden es el canal clave a través del cual la autoorganización puede continuar con éxito (Véase Haken, 1977; Fingelkurts et al., 2013).
La emoción es un factor fundamental durante el sueño. Varias investigaciones han revelado que los sueños a menudo están acompañados por emociones, especialmente negativas (por ejemplo, Valli et al., 2008; Malinowski y Horton, 2014). Muchos investigadores han identificado una estrecha relación entre los sueños y las emociones (por ejemplo, Desseilles et al., 2011), incluso etiquetando las emociones indispensables para la formación onírica., Por ejemplo, Reiser (1997) señaló que las imágenes que sirven como puntos nodales en la red de memoria de un individuo están conectadas por tipos similares de afecto, lo que indica que el afecto juega un papel esencial en la organización de la memoria. Reiser (1997) conjeturó además que el afecto fuerte durante el sueño evoca imágenes existentes que están cargadas de afecto similar y, por lo tanto, activan experiencias anteriores relevantes para formar un sueño., Clément (2008) hipotetizó la siguiente cadena de procesos: las emociones en el sueño se activan y se combinan para formar diferentes guiones emocionales, que luego sirven como plantillas y replican una serie de imágenes para finalmente construir una narrativa onírica. Hartmann (2010B) declaró que las combinaciones de elementos de sueño no son aleatorias sino guiadas por la emoción; en consecuencia, los sueños son útiles para construir y reconstruir el sistema de memoria emocional de un individuo. En resumen, las emociones probablemente desempeñan el papel de parámetros de orden: controlan y guían las combinaciones de elementos de sueño., Por lo tanto, las emociones pueden servir como trampolín para comprender los sueños. Por ejemplo, tal vez las experiencias traumáticas constituyen un tema central de los sueños de un paciente, lo que sugiere una vía para un tratamiento posterior.