La confesión es un sacramento instituido por Jesucristo en su amor y misericordia para ofrecer a los pecadores perdón por ofensas contra Dios y contra sus hermanas y hermanos. La confesión trae reconciliación entre Dios y el penitente, entre el penitente y los demás, y al penitente individual.

uno se confiesa en privado detrás de una pantalla o cara a cara con el sacerdote. La preparación al sacramento de la Penitencia consiste en un buen examen de conciencia., Este examen, guiado por los Diez Mandamientos, prepara a uno para confesar los pecados al sacerdote. La confesión supone que el penitente está verdaderamente arrepentido con una firme determinación de no pecar de nuevo.

La Confesión comienza con la (1) Señal de la Cruz y el penitente saluda al sacerdote con las palabras, (2) «Bendíceme, Padre, porque he pecado. Mi última confesión fue was»(weeks, months, years).

El Penitente (3) confiesa pecados al sacerdote, que está en nombre de Cristo y de la Iglesia. El sacerdote te ayudará a hacer una buena Confesión. Si no está Seguro o inquieto, pídale ayuda al sacerdote., Ponga su confianza en Dios, un Padre misericordioso que quiere perdonarlo. Después de la confesión de pecados, diga, (4) » Esto es todo lo que puedo recordar. Lo siento por estos y todos mis pecados.»

el sacerdote te asignará una (5) penitencia. La penitencia tiene en cuenta vuestra situación personal y apoya vuestro bien espiritual. Puede ser una oración, una ofrenda, obras de misericordia, servicio o sacrificio; cualquiera que sea la penitencia, el individuo está unido de alguna manera a Cristo y la Cruz.

El Penitente entonces rezará un (6) acto de contrición. Esta oración expresa el verdadero dolor por los pecados confesados., Esta oración puede ser expresada en las propias palabras o uno puede usar una de las oraciones formales de dolor.

Dios mío, siento mis pecados con todo mi corazón.al elegir hacer el mal y no hacer el bien, he pecado contra ti, a quien debo amar Por encima de todas las cosas.tengo la firme intención,con tu ayuda, de hacer penitencia, de no pecar más y de evitar todo lo que me lleve al pecado.nuestro Salvador Jesucristo sufrió y murió por nosotros.en su nombre, Dios mío, ten piedad.(rito de penitencia, no. 45)