Antes de 2003, en España nadie sabía que era una red social. Myspace vino a cambiar, muy poquito a poco, como nos relacionamos, allanando el camino a Facebook. Al igual que los perfiles que conocemos y gestionamos ahora, en el portal de aquel entonces se compartían fotos, se interactuaba con otros usuarios y hasta se subían canciones.
Gracias a esta red social, Arctic Monkeys, Lily Allen y en nuestro país, Russian Red, pasaron de ser anónimos a firmar contratos discográficos., Incluso años después, una aún desconocida Lady Gaga ofrecía un concierto gratuito en Madrid a cambio de agregarla en esta red social.
Casi una década después, las redes sociales comenzaron a enfocarse en contenidos diferentes., LinkedIn se enfocó en los contactos laborales, Facebook pasó de focalizarse en los universitarios a convertirse en la red social favorita para compartir opiniones y noticias (algo que casi les lleva a la ruina tras las pasadas elecciones de EEUU), Twitter se orientó al microblogging y de entre todas surgió otra red social enfocada al mundo de la fotografía, Instagram.
Esta red social, al igual que WhatsApp, actualmente es propiedad de Facebook, dueño y señor de nuestras interacciones sociales en el medio virtual, aunque eso ya es otra historia., Instagram tuvo un impacto tan grande que incluso ‘fabricó’ un nuevo tipo de celebridad.
Hasta entonces estaban las personas que se hacían famosas por cantar, por pintar, por ir al espacio exterior, por codearse o relacionarse íntimamente con otras celebridades, pero no había nadie reconocido por hacerse fotos delante de un espejo. Los y las ‘influencer’ acababan de nacer y eso ya era un fenómeno imparable. Lo cierto es que por mucho rechazo que te causen, si eres usuario de Instagram tú también has subido fotos de un café o de una paella valenciana mirando a la playa de la Malvarrosa.,
Al final, como usuario de esta red social, caer en el vodevil es relativamente fácil y como parte de ese narcisismo digital, saber quien cotillea tu perfil y se entretiene viendo las fotos de tus vacaciones desde 2012 hasta 2020 es perfectamente normal. Después de este revisado histórico a la breve historia de las redes sociales, desde Pixel os explicamos algunos trucos para exponer a los cotillas, además de preveniros de esas aplicaciones de terceros que prometen mucho y ofrecen más bien poco.
En primer lugar, Instagram no revela quién visita tu perfil., Entonces para qué estoy leyendo esto, te preguntarás. Aclaramos, existen algunos trucos con los que podrás deducir como un Sherlock Holmes digital quién revisa tu perfil de forma habitual.
No hay aplicaciones mágicas
Todos los programas, aplicaciones y webs que prometen desvelar que personas miran tus fotos a lo único que echan un buen vistazo es a tus datos personales. Hay muchas, muchísimas pero todas son falsas, sin excepción., Además, tendrás suerte si el único inconveniente que sufres es el de que no funcionen, ya que muchas pueden instalar algún tipo de virus o malware en tu teléfono u ordenador.
Por ejemplo, una usuaria de Instagram revelaba en un directo que tras instalar una de estas aplicaciones desde una apk descargada de una web, su móvil comenzó a realizar llamadas cortas a un teléfono internacional de pago en segundo plano, sin que se enterara., Fue consciente cuando su compañía telefónica le informó mediante SMS de que había superado los 100 euros de gasto mensual en servicios premium (llamadas y mensajes con un coste bastante superior a las llamadas y mensajes normales).
Además, muchas de estas aplicaciones pueden utilizarse como método de phishing para conseguir datos personales del usuario que luego pueden usarse para suplantar su identidad en entidades bancarias y sustraerle dinero de la cuenta., En el caso de haber picado y tener ahora mismo una de estas aplicaciones instaladas, recomendamos que te asegures de desinstalarla y eliminarla completamente de tu teléfono, además de borrar todos los datos y carpetas que haya podido crear en el terminal.
Historias de Instagram
La primera pista sobre qué personas miran habitualmente tu perfil la encontrarás mirando los usuarios que entran a tus historias., Cuando compartes una foto, un vídeo o una publicación, durante 24 horas se compartirá con el resto del mundo, tiempo suficiente como para hacer recuento de esos usuarios fieles que no se pierden ni una en cuanto a las actualizaciones de tu vida se refiere.
Si además de cotillear tus historias, reaccionan a estas, participan en tus encuestas e incluso te mencionan en sus propias historias, estos usuarios sin duda consultan casi cada día tu perfil.
Atento a las notificaciones
Otro comportamiento delator es la interacción con tus publicaciones., Por ejemplo, esos ‘me gusta’ fugaces que aparecen en fotografías de 2012 que vienen a demostrar que esa persona ha realizado una revisión fotobiográfica de tu perfil.
Puede ocurrir que la persona, al ser consciente de que se le ha resbalado un ‘me gusta’ en una foto tuya antigua, recule y quite el corazón., Entonces Instagram no indicará la notificación correspondiente en el menú que aparece pulsando el corazón que se encuentra en la zona inferior de la app, aunque si estuviste atento o justo estabas usando el móvil en el momento justo en el que se escapó ese ‘me gusta’, si habrás sido testigo del descuido, pudiendo señalar al usuario sospechoso de cotillearte diariamente.
También, otra táctica para llamar la atención es la de dar ‘me gusta’ de forma compulsiva a varias fotografías para que cuando revises las notificaciones, veas de forma repetida su perfil.,
Cuentas de empresa
Si en vez de un perfil particular tienes una cuenta de empresa, en cada fotografía del perfil podrás ver unas estadísticas sobre la interacción de tu publicación como el número de ‘me gusta’, de comentarios, de veces compartida y guardada, visitas al perfil y el alcance. Aunque cabe destacar que toda esta información es numérica, no desvela los perfiles que visitaron el perfil, ni los que guardaron la fotografía ni los que la vieron accediendo por ejemplo a través de los hashtag., Las únicas interacciones a las que podrás poner nombre y cara son las de los ‘me gusta’ y las de los comentarios.
Conforme a los criterios de
The Trust Project
Saber más