Adolf Hitler declara la guerra a los Estados Unidos, trayendo a América, que había sido neutral, al conflicto europeo.
el bombardeo de Pearl Harbor sorprendió incluso a Alemania. Aunque Hitler había hecho un acuerdo oral con su socio del eje Japón de que Alemania se uniría a una guerra contra los Estados Unidos, no estaba seguro de cómo se llevaría a cabo la guerra. El ataque de Japón a Pearl Harbor respondió a esa pregunta., El 8 de diciembre, el embajador japonés Oshima fue al Ministro de Relaciones Exteriores alemán von Ribbentrop para clavar a los alemanes en una declaración formal de guerra contra Estados Unidos. Von Ribbentrop se detuvo por el tiempo; sabía que Alemania no estaba obligada a hacer esto bajo los términos del Pacto Tripartito, que prometía ayuda si Japón era atacado, pero no Si Japón era el agresor. Von Ribbentrop temía que la adición de otro antagonista, los Estados Unidos, abrumaría el esfuerzo de guerra alemán.,
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pero Hitler pensó lo contrario. Estaba convencido de que los Estados Unidos pronto lo golpearían y declararían la guerra a Alemania. La Marina estadounidense ya estaba atacando submarinos alemanes, y Hitler despreciaba a Roosevelt por sus repetidos ataques verbales contra su ideología Nazi. También creía que Japón era mucho más fuerte de lo que era, que una vez que hubiera derrotado a los Estados Unidos, se volvería y ayudaría a Alemania a derrotar a Rusia. Así que a las 3: 30 p. m., (Hora de Berlín) el 11 de diciembre, el encargado de negocios alemán en Washington entregó al Secretario de estado estadounidense Cordell Hull una copia de la declaración de guerra.
ese mismo día, Hitler se dirigió al Reichstag para defender la declaración. El fracaso del New Deal, argumentó Hitler, fue la verdadera causa de la guerra, ya que el Presidente Roosevelt, apoyado por plutócratas y judíos, intentó encubrir el colapso de su agenda económica., «Primero incita a la guerra, luego falsifica las causas, luego se envuelve odiosamente en un manto de hipocresía cristiana y, lenta pero seguramente, lleva a la humanidad a la guerra», declaró Hitler, y el Reichstag se puso de pie en un estruendoso aplauso.